No te puedes perder los extraordinarios sándwiches de mechada de "La mona crespa café"
- Por Ángela y Loreto / Love Patagonia
- 30 jul 2017
- 3 Min. de lectura
*Descubrimos el secreto mejor guardado de esta cafetería que ya cumple tres años en Punta Arenas.
*El consejo es ‘déjate sorprender’ porque no solo encontrarás la tradicional bebida caliente, sino que también sabrosas alternativas veganas, dulces y saladas, que te harán volver.

Dicen que madrugar es una buena estrategia para aprovechar el día. Priscila Saldaña lo sabe bien. Cada día a las 07.30 horas comienza a atender su “café madrugador”, el que bautizó como “La mona crespa”, y se nota que su nombre no es casualidad porque, de hecho, ella es crespa.
Pero no solamente el nombre es lo que marca su presencia en el café, sino que también es su personalidad inquieta, la que se refleja en la carta y en las preparaciones diarias que logra concretar de la mano de un equipo donde cada uno contribuye a hacer realidad las propuestas culinarias que hoy caracterizan a “La mona crespa café”, un lugar acogedor en medio de colores grises, lilas, blancos y calipsos, que invitan a experimentar algo distinto.
Así, en el corazón de la Patagonia, se ha ido consolidando un concepto gastronómico transversal, diverso, donde el objetivo es que todos quienes ingresen encuentren una alternativa para disfrutar tomando desayuno, almorzando o a la hora de once. “Abrimos y desde ahí que estamos siempre probando”, asegura esta perseverante emprendedora magallánica que, junto a su pareja Iván Andrade, decidieron volcar su esfuerzo en este local del centro de Punta Arenas.
Cuando llega la hora de probar y abrir la carta, lo primero que llama la atención es la variedad de sándwiches de carne mechada… ¡diez opciones en total! lo que es muestra del éxito del sabor que se esmeró en alcanzar -¡y bien que lo logró!-. Sin preámbulos, el pan no tiene parangón, y mezclado con la carne, hacen la fusión ideal. Nuestra degustación fue el Luco.
De entrada, sentimos que el pan se deshizo como crema en la boca. De verdad, es sublime al gusto, porque además la mechada es sumamente blanda, sabrosa y cocinada a la olla, lo que denota una dedicación mayor para llegar al resultado final. Y acompañando todo esto, encima, el queso fundido potenció el sabor de todo el sándwich... en conclusión ¡redondo!
Pero esta delicia no podía salir a sorprender sola, por ello, desde la cocina, nos trajeron un jugo de manzana, pepino y apio que no guardar el asombro, se prepara sin agua ni azúcar… ¡pero no se nota! Su nombre, Jerónimo, hace juego con su profunda tonalidad que está llena de frescura y vitaminas que se conservan de la fruta y las verduras. Esto, gracias a que son prensados en frío, no alterando las propiedades del alimento.
Después de devorarnos el Luco y saborear el Jerónimo, pasamos a lo dulce. El tradicional pie de limón y un quequito vegano de betarraga con glaseado, complementó perfecto nuestro almuerzo de día martes. La masa del pie estaba en su punto, lo que sumado a la suavidad de la crema de limón y el merengue, consiguieron la compañía ideal para un café o un té orgánico de los que ofrece “La mona crespa”. Lo mejor, es que el dulzor no satura el paladar.


De ahí pasamos al quequito vegano, todo un misterio para nosotras, y la verdad es que nos sorprendió. Hasta último minuto no entendíamos como alcanza su contundencia sin huevo, después supimos, pero no les vamos a contar para que ustedes vayan, lo prueben, y pregunten. La betarraga le otorgó toques sutiles a la preparación que, con el glaseado, le brindó fuerza al biscocho.
En esta veta innovadora y disruptiva de Priscila e Iván, se les ocurrió ofrecer leche vegetal, la cual venden por encargo del día anterior. Solo hay que llevar un envase, ojalá de vidrio, y luego pasar a retirarla. Una excelente oportunidad para personas intolerantes a la lactosa, a ciertas proteínas y, sobre todo, para veganos.
Como ven, son múltiples las opciones para probar en “La mona crespa café”. Cruzando su puerta, podrás darte cuenta de las variadas facetas que nos ofrece este local magallánico que atiende de lunes a viernes de 07.30 a 15.00 horas y de 16.00 a 20.00 horas, y los días sábado de 14.30 a 20.00 horas, en calle Bories 400 B.
Precio promedio por persona $6.500.
A y L
<3 Patagonia
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